Inventando el arroz con leche

miércoles, 27 de junio de 2012

Consultorio

Querida Dra. Pastelina:

Me caso este viernes y ya tengo impreso toooodo tu blog para pasar la noche de bodas leyéndoselo a mi marido. Qué gozada, oye, nena. Cuando pases por mi villa nos vamos juntas de pendoneo post-bodorril, que mi mariduchi solo quiere verme feliz.

Besos virginales,
Lady Vaga. 



Queridita, os auguro la mas científica de las felicidades!
Espero que tu peluquero te haga unos reflejos y unos tirabuzones divinos para que las fotos en la iglesia te queden super-wonderful en el que sin duda será, como para cualquier mujer, el dia maaaaas feliz de tu vida, o sea. No te gastes menos de 300 euros en el perfume! Imaginate el super-disgusto si alguna invitada llevara el mismo!
Haces muy bien en educar a tu marido: no por eso le vas a querer menos. No te dejes liar por la brigada anti-tintes, que nos conmina a abandonar el camino de la ciencia y el bienhacer y a dejar de engordar mi cuenta corriente con declaraciones como las siguientes:


Ya ves, soy de las hippies, me sigue gustando hacer el amor con él. Llámame retrógrada chica, pero no sé que tiene que lo único que me produce cuando le miro a esa carita es amor y ganas de quererle mucho, mucho, mucho.

HAla, que allá cada cual con su marido...



No se dan cuenta de que los maridos se acostumbran... y luego van a querer hacer el amor con ellas toooooodo el rato. La Ciencia lo ha demostrado: con el Método Maridill, los maridos son igual de felices o mas. Tu actitud es la de una esposa permisiva y sin carácter, y tu marido te está manipulando... los maridos son muy listos, y hacen o dicen cualquier cosa para conseguir que hagamos lo que ellos quieren.


Lady Vaga, corazón, te envío dos besos a un palmo de la cara (que no se nos estropee el maquillaje) y enhorabuena por tu decisión de maridillizar a tu maridito... no te arrepentiras!

2 comentarios:

  1. Querida Dra. Pastelina:

    Perdona que te responda con esta demora tan propia de las divinas como nosotras, pero es que, hija, acabo de leer tu súper mensajazo y me he emocionado, ¡yo soy así de sensible y delicada!

    La boda fue un exitazo, pero no puedo contarte mucho porque estoy negociando la exclusiva con ¡Hola! y Vanity Fair, así que solo te adelantaré que fue una ceremonia civil íntima y sencilla y que el regalo más simple fue un pequeño retablo del siglo XVI para colocar la porcelana del salón. Una fruslería, ya sabes tú, ¡qué te voy a contar!

    Eso sí, admito que durante el viaje de novios flaqueé y me acosté varias veces con mi ya marido... La carne es débil y tengo mucho que aprender de ti, pero aquí sigo, al pie del cañón.

    Besos culpables,
    Lady Vaga.

    ResponderEliminar